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domingo, 10 de noviembre de 2013

Montaña artificial de la Finca Tenreiro, 1875, Oleiros

PELIGRO DE DESTRUCCIÓN DE LA MONTAÑA ARTIFICIAL DE LA FINCA TENREIRO, 1875 EN OLEIROS 
 
Dentro de nuestra jardinería histórica merece una especial atención, por su relevancia cultural, la finca gaudiniana creada por la familia Tenreiro en las Mariñas coruñesas, en el Concello de Oleiros. Capricho arquitectónico poco conocido y que alberga todo un desaforado espacio jardinístico singular diseñado para el disfrute vacacional de esta familia de la burguesía coruñesa.
 
Esta amplia finca dedicada en su mayor parte a la explotación agraria acoge sin embargo en su ámbito doméstico un rico programa arquitectónico, todavía conservado intacto, poco común en Galicia y que por su exuberancia constructiva nos remite  a su ilustre parque contemporáneo  enciclopédico del Pasatiempo, en Betanzos (BIC en la categoría de Jardín Histórico).
 
La montaña artificial levantada en el extremo norte de la finca, en su punto más elevado, constituye el único ejemplar de esta tipología que se ha conservado en Galicia.
Se trata de una montaña artificial, construida con rocalla (y originalmente desnuda de arbolado) de planta circular, y con diez gradas escalonadas y concéntricas que coronan una altura aproximada de 14m. (en realidad podría asociarse mejor a una estructura piramidal de ascendencia precolombina dada la filiación de la familia con América). Se conocen otros casos similares en Galicia, todos perdidos y llorados (por la historiografía de los jardines en España), lo que convierte a esta peculiar topografía en una ilustre superviviente de los parques eclécticos gallegos.
En estos momentos, puede decirse que o bien es una suerte de nuestro patrimonio cultural que haya sobrevivido hasta ahora, o bien que es una desgracia sufrir su  previsto desmonte. (por parte de la Administración Pública).
 
Como se suele decir siempre, No es responsabilidad de los bienes culturales resolver los problemas de la ciudad contemporánea. Si el Concello de Oleiros tiene carencias en infraestructuras educativas, estas no deben resolverse desde luego a costa de la destrucción de un bien cultural. Antes bien se debe fomentar su estudio y conocimiento como una figura clave de la arquitectura de jardines, y desde luego emprender su restauración.
  
El jardín se organiza principalmente en torno a una pequeña quinta de recreo orientada al mediodía y con una extensa galería de la que baja la escalera formal de acceso. Frente a ella y siguiendo el eje de su fachada, se construye un gran estanque circular excavado en el terreno con doble embarcadero en los extremos (al norte materializado como gruta artificial subterránea; y exterior al sur); y con alto chafariz central de ladrillo con tazas y hornacinas para alojar macetas y flores. Otro estanque de planta cruciforme se oculta tras los setos laterales sirviendo de posible aliviadero.
 
La finca cuenta además con otras edificaciones adjetivas como la alineación dispuesta en el muro sur de construcciones dedicadas a cocheras, pajar, aperos... y vivienda del hortelano, que sobresale en altura y crea un nuevo eje organizando la finca productiva..
En los terrenos laterales a la casa se ordenan planos rectos con muros de contención decorados con conchas marinas formando motivos geométricos; setos de boj (parcialmente destruidos); y otros estanques de dimensiones menores bajo los paseos de las terrazas. Un depósito que surte de agua a casa y estanques -de planta circular y cubierta piramidal en curva- aparece en solitario en medio de unos castaños.
La montaña artificial es una de los elementos más destacados y sorprendentes dentro de la finca. Esta estructura topográfica se convierte en el techo del jardín y en una pieza de verdadera singularidad dentro del mismo, De especial atractivo y contundente presencia, esta construcción es capaz de aportar nuevos significados al jardín introduciendo lecturas espaciales llenas de misterio que remiten a leyendas presentes en el imaginario colectivo de las personas que recorren y ascienden por su mole. Y que sirve además de contrapunto al medio marino representado por el gran estanque circular de la entrada, brindando así un programa muy coherente y complejo, poco común e nuestra jardinería histórica.
En cuanto a las principales especies vegetales la finca cuenta con tejos centenarios, criptomerias, araucarias, palmeras canarias, trachycarpus, cipreses, magnolios, un bosquete de acacias negras, alineaciones de camelias, setos de boj formando carreras, castaños,... así como un pomario con diversas especies como naranjos, manzanos...
 
Espacio singular de nuestra arquitectura del jardín:
Promotores: Vicente Tenreiro Vázquez y Esperanza Arias Vázquez
Situación: Vilanova, San Pedro de Nós, Oleiros.
Año: 1875
Montaña rusa de la Finca Tenreiro de Oleiros en peligro de desaparición